12 de septiembre de 2016

¿Se puede vivir de escribir?

Es una de las preguntas que se hace todo aquel que se ha planteado alguna vez sentarse a escribir un libro. ¿Es posible vivir de lo que uno escribe, ganarse la vida vendiendo libros?

La respuesta es sí. Sí, pero no todo el mundo lo consigue. De hecho, son muy pocos los que lo logran, tan pocos que da hasta vergüenza decir la cifra. ¿Sabéis cuántos autores viven exclusivamente de las ventas de sus libros en España? No llegan a 20. Como mucho, rozarán los 15 o así. Ni siquiera los autores de éxito, aclamados por la crítica y el público y presencias permanentes en la parte alta de las listas de ventas tienen asegurado poder mantenerse de lo que escriben.

¿Hacemos cuentas? Os aseguro que no salen.



Los casos son un poco distintos si hablamos de edición tradicional o de autoedición, pero la conclusión acaba siendo la misma. Un autor publicado por una editorial se lleva aproximadamente el 7-10% de los beneficios netos (es decir, del precio del libro sin IVA). Pongamos que el libro vale 20€: el autor ganará con cada libro vendido 1,75€, más o menos (de lo cual tiene que pagar el % del IRPF, claro). ¿Cuántos libros tiene que vender para conseguir el sueldo mínimo? Unos 6000 libros al año. ¿Cuánto tarda en escribir un libro? Algunos tardan más que otros. Pongamos que tarda 2 años en escribir y editar ese libro: tendría que vender 12.000 ejemplares para obtener algo cercano a los 9.000 €/año del salario mínimo. Contando las horas diarias de escritura, reescritura, revisión, promoción, etc, tenemos que ese autor afortunado que ha conseguido vender 12.000 ejemplares de una novela (os aseguro que hay muy pocos que lleguen a esa cifra) ha ganado del orden de 3 €/hora. Para recuperar la inversión de tiempo, un autor de ese calibre necesitará 10 años de ventas constantes de esa única novela.

Un autor autoeditado (que lo haga por su cuenta, no con empresa de autoedición) se lleva un porcentaje mayor, en torno al 70% del PVP sin IVA. Pongamos que el libro vale 20€: el autor se lleva unos 14€ (menos el IRPF). ¿Cuántos libros necesita vender para llegar al sueldo mínimo? Unos 600-700 ejemplares al año. Contando con que el autor autoeditado dedica muchas más horas que el autor convencional (porque tiene que hacerse cargo de muchas más tareas, aparte de la escritura), si el autor tarda 2 años en escribir y poner a punto esa novela tiene que vender 1.400 ejemplares para llegar al salario mínimo. Y, en el caso improbable de que lo consiga (no, no es fácil, aunque lo parezca, aunque parezcan pocos son muchísimos ejemplares), estará ganando aproximadamente 2,25 €/hora

Esas dos cifras, 3 y 2,25 €/hora, son los salarios medios de los autores que logran alcanzar buenas (o MUY buenas) cifras de venta. Que no son muchos. De hecho, son bastante pocos. Para empezar, un libro no tiene una vida de 2 años; para seguir, las cifras de venta actuales de cualquier novedad editorial están aproximadamente en una media de 1.500-3.000 (para libros de éxito relativo publicados por editorial) y 400-500 (para libros de éxito relativo autoeditados).

De modo que un autor medio, ni muy exitoso ni totalmente ignorado por el público, necesitará unos 10 años de ventas continuas y constantes para alcanzar el salario ANUAL de un trabajador mileurista.

¿Qué depresión? Bastante. Escribir libros para ganarse la vida es una empresa arriesgada, por no decir un suicidio económico. Y es imposible controlar los parámetros que harán que una novela se venda mejor o peor, de modo que un escritor tendrá que buscarse otra vía de ingresos para poder vivir. Es lamentable, pero es así. Aunque eso no significa que no se puedan obtener unos ingresos complementarios a través de la escritura. Pero para vivir de escribir… Para vivir de escribir hay que dar un pelotazo (cosa que le ocurre a un escritor de cada 100.000, más o menos) o escribir mucho, publicar muchos libros (no uno al año o cada dos años, no: al menos dos o tres por año, si no más) y asegurarse de que la calidad de esos libros es buena y que el público es muy amplio. Y cruzar los dedos para que los lectores decidan invertir unos euros en su libro y no los dediquen a otra cosa y busquen el libro pirateado, que es otra cuestión.